El dolor del rojo no es ira
no es venganza divina ni pena.
Es parte, Amarylis, de nuestro parentesco lunar:
una mujer renace cada mes
a falta del hijo que crece
Y nuestro reino de paredes
de viento y agua enmudece
para poder hablar de frente
con la valentía y la piedad.
Meztli, mujer luna, mujer a secas
con hijos o sin ellos siempre
hemos de parir algo:
un amor imposible a un himno viril
una tristeza de páramo
una rabia de tundra
un orgasmo de selva
un consejo a media voz
la inasequible sonrisa de sol
en los cuadros o las canciones
como este canto sin ritmo para ti
que no tienes cuna.
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