Éstas son las máximas
que unen las caderas al mar
Llorarás frente al espejo
antes que confiar tu dolor al prójimo
Cantarás jabón y lavanda a mediodía
Vigilarás que tu nombre sea útero
Y no mirarás
cuántas estrellas hay cuántas las lunas
trabajando por ti
para vestirte aura.
Estas son las máximas que nacieron
para ser desobedecidas
escribiendo el páramo con tu leche.
Desaparecen una a una
y no vuelven jamás.
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1 comentario:
( hago ruido siempre, una es torpe de natural...) tantas lunas sin asomarme a tus letras ( ni a la mías, todo hay que decirlo) Y aunque la madrugada casi acaba, sigo leyéndote.
Un placer reencontrarlas...
un besazo,
A.
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