miércoles, 25 de julio de 2012

Decir

Decimos con la lengua
las palabras que en la memoria táctil
se encapsulan y guardan:
amor
flor
luz de día
furor
edén.

Decíamos que lo imposible
de estos tiempos
en la música se oye.
Es cierto cuando estamos lejos.
Es mentira cuando entonamos
la univocidad del tiempo.

Digo aquí
te amo.
No me falta nada
excepto la perpetuidad
de tu nombre dentro de mí
encima de mí
debajo de mí
y a mis costados,
única oración a la que hago caso
bendición a destiempo
que me lava.

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