He despertado bajo la soledad.
Antenoche aún lo hacía bajo tus costillas.
El mundo me sabe amargo a esta hora,
Amor, si no ibas a despertar a mi lado hoy
para qué acariciarme con ternura sexual
en mi sueño.
O quizá es por esa caricia que aún la vida tengo
y es por el ansia de ti
que transformo el vacío en ave canora.
Soy un Mar de agua angustiada,
arrastro la noción de las aguas con calma tal
que sus marinos locos de ansiedad se volverían.
Son muchas horas el sedimento de mi país acuífero
son muchos kilómetros y mi guerra para estar en ti
en esta madrugada no alcanza.
Voy a intentar dormir y voy a depositar mi fe
en todo esto
alto, amplio, abierto, alucinante amor
que me cubre de paños suaves ante las lágrimas.
lunes, 4 de agosto de 2014
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