Un cerdito volando volando va
la vida como ópera y beatitud
el lodo converso en agua risueña.
Luciano y tú aplacan mi marea.
Me saben enternecida
y por eso, la granja disparada.
Juntos (dejemos al cerdito)
somos una galaxia de buena voluntad,
un granero a la mitad del cosmos
tan lleno de traslaciones y canciones de órbitas.
Un cerdito volando volando va
yo a punto de poesía y risa.
Luego, el dulce, calientito sueño.
martes, 5 de agosto de 2014
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