martes, 8 de abril de 2014

sublimación del verso

Me vuelve luna plena
ámbar y ola, volcán coronado de flores

Me desborda, reinicia mi hondo canto
y yo el suspiro asido de su cabello.

Me ha dado ojos.
Lava mi cuerpo y mi alma
con su amor de lengua de plata.

Ahora vivo la luz que buscaba en las oraciones.

Señor del magma y la savia,
en sus brazos está mi hogar.

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