martes, 15 de abril de 2014

Poema para dos ramas.

Se arrastra la sangre
el cuerpo no es quien la habita
tampoco la contiene
una gota de estupor
1968, 1982.

Tan pronto estiraste el verbo
cayeron las hojas y no pudiste cubrirme.
No me nombraste.
Cosiste vestidos de burlas y también
de una ternura tan sublime
que asesina los cuerpos de copa como yo.

¿Ya te diste cuenta?
2014

Basta de daños colaterales.

No fui princesa no
no fui canción ni avenida
astronauta o bailarina.

Yo soy la que soy
una poeta con su propio Mar
millones de signos para gastar
con el mundo o no a favor.

Yo soy la que soy
y recuerdo haberlos amado tanto
como lo hice mañana
al clarear de nuevo el poema de ámbar

que paso a ausencia
su acción ha ido dejando.

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