martes, 15 de abril de 2014

(bis)

Niño mío:

Creerás que nada más tengo agobio
otoño y cansancio esta noche.

Nuncamente.

Los ancianos también deseamos.
Incluso más que las pieles que apenas se abren al mundo.

Aquí, en mi refugio,

Te espero como la niña que amaba los globos de helio.
Te aguardo como jovencita en un concierto de Bieber.
Te recuerdo como tambor de ritual en rojo por mi sangre.
Te escribo deseo desde la raíz y sin exponértelo.
Te escribo como la fiera que soy de ti, tu esclava única.
Te canto como la mujer que soy contigo.
Te beso con el amor que los demás no contienen.

Vendrás en jueves.
Yo hago de todo por guardarte el desbordamiento
en realidad yo hago de todo
por volverte a ver.

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