martes, 29 de abril de 2014

Que el atardecer te suene al piano
de 1994
la melodía que diseñé
las ventanas amplias de una casa antigua
la anagnórisis del amor vertida 
en tu cuerpo que ciegamente 
en tierra adivinaba. 

Que su amor de tundra y primavera
te abarquen 
con dulzura idéntica a mi latido 

y que no finja valentía al caer 
y mi cuerpo de ti esté restringido
o mis besos se den en vano
para que los reciba el aire. 

Antes bien, que muestre mis ojos desbordándose
en este amor que  por ti 
todo lo calla y lo remueve
lo grita y lo reconstruye
lo escribe y lo cincela
lo escucha para entender tu sistema solar
tu diente de león 
tu mano de Fatma. 

Que tanto y tanto amor esta noche
en tus canas germine, Amor
y me sienta en ti capaz de interpretarte
-una vez más
la melodía en piano de 1994
que a mí llegó
cuando la primera mancha roja
y ya te conocía mi alma. 

No hay comentarios: