Nunca me verás
tratando al viento regalar
mi respiración y mi quejar.
El mezcal no me ha enseñado
a saborear la lluvia sobre suelo mojado:
yo no vengo a desperdiciar mi tiempo
en sinsabores e insatisfacciones de un momento.
Etapa fuiste, mas no lo eres todo
de levantarme y seguir ya encontraré el modo.
No creas que por estar sin las huellas de tu boca
la tristeza de noche viene y me toca
para yo entregarme a los excesos y la perdición.
Un dedo yo no muevo
porque sé que fuerte soy y por eso
en sueños nuevos fijo mi mente, te confieso.
La madera de que estoy hecho
de estaca no podrás encajar contra mi pecho.
regalando amores y suspirar.
Aunque por dentro yo sepa...
que después de ti, amar, jamás.
De la Serie "Retratos Hablados del Yang"
Escrito el 25 de Octubre de 2004
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