Eres el suspiro del triunfante
que su sangre inmola
por enarbolar la bandera de la otredad.
Eres el sujeto que permanece
en seductora energía cinética
hoja que detona
contra el viento que envolverlo lo intenta
pero que al final
a su albedrío y dominio se atiene.
Eres el décimo segundo sol de los días
que los humanos dormidos no miran
la estrella que fulgura lento y en silencio
mientras la grandilocuencia ayuda a los disidentes
que como el agua entre las manos se escapan
de sus miserias, de sus penas consecuentes.
Eres lo más absurdo en este planeta
y por eso yo
(tal vez)
te quiera tanto y sin decirte nada,
huracán de aguas dulces
beso de alegría hecha nostalgia.
Eres la magia que los vivos no conciben
por estar muertos viviendo:
nadie roba algo de la vida
si es la vida la que nos roba el alma
para sentirse viva.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario