viernes, 2 de mayo de 2008

Desde cero

Tengo dos días de empezar desde cero. El 30 de abril, después de 2424 días de insulsa espera, me decidí a ser expulsada de tu exilio con la voluntad de mis 25 años.

¿Y qué se hace ahora, después del autoexilio en este valle del "no dirás más te amos"?

Pues no se hace nada, qué diantres. Se mira sin mirar, se respira por respirar. Se duerme poco, se escribe mucho. Enmudeces con una retahíla de frases al vapor. De ilusiones tiradas a la ventana.

Se excluyen las ilusiones de la primera etapa adulta. Se sustituyen por visiones críticas de un entorno confuso, igual que yo.

Se entiende todo, excepto, que tú ya estás fuera de todo tipo de posibilidades azarosas, desventuradas y llenas de sopor.

A 2 días de mi autoexilio, me quedo aquí, en el centro de mi volcán apagado. En el vórtice muerto de mi huracán de otros días.

Hoy, a 2 días de que me liberé de tus ojos, me siento como canica en lavamanos. No es posible que yo haya alimentado tanto amor sin que estuvieras tú. Pero más imposible es el estar libre, deambulando feliz e hipócritamente.

Un caparazón para que no me toque la piel tu distancia eterna desde mi ahora. Un antiácido para la panza. Un borrador mágico que elimine el cruce de tu mirada por mi vida.

Esa que no supiste entender.

A 2 días de mi autoexilio, y ya empiezo a sentir cómo no lloverá sobre mojado: son aguas densas las que me cubren las rodillas. Me ahogué en tus aguas, intenté naugragar en tu vientre.

A 2 días de mi autoexilio, de la autoexpulsión del infierno en el que me dejaste, me cubro con mis propias alas: no sé si volveré a volar uno de estos días.

A 2 días de mi autoexilio, me doy cuenta que es mejor sin ti que esperarte. Es un absurdo al corazón lo que hice, un salto sin paracaídas al abismo de tu crueldad y de tu falta de sentimientos.

A 2 días de mi autoexilio, me quedo con tu sonrisa de plata. Y esta noche, sin esperanzas que lleven ya tu nombre, la intercambiaré por un trocito de luna para iluminar estos días noche sin retorno. Estos segundos benevolentes que se suicidan para no martirizarme ya.

A 2424 días de estar más vieja, hoy te digo que ya no te sueño.

A 2426 días de vivir otra vida, me puedo ir sin ti de una vez por todas. Agarrar esta vida y ya.

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