viernes, 19 de noviembre de 2010

A una calle

Tómame, calle
vuélame libre con tu aire
excúlpame la mala ortografía de mi vida
perfúmame con la vainilla
de una flor artificial.

Bautízame bajo el neón de tus lámparas

y con el barullo de tus muros de todos los tiempos
-los vistos
los nuevos
los imaginados
los muertos-

trózame la herida
para poder compartirla
con el asfalto índigo
que me seduce
cual cuento chino sin fin.

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