Ahora que me recorren los gritos
de mil venados ardiendo bajo la lluvia
puedo decirte
que nunca estos labios adentrándose
en las fauces
su color grana envolviendo
la hermosa cadencia el deseo.
Ahora que estamos frente a frente
nuestro instinto animal nos toca
y somos dioses y materia
sonriéndole al magno fuego.
viernes, 7 de noviembre de 2014
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