sábado, 14 de agosto de 2010

Inocencia

Bendita inocencia,
espejo humeante
que todo lo desarticula en sus fauces dulces,
imponiendo la fe para vivir otro poco
en la línea divisoria
del jamás y el siempre.

Habrá que jugar otra vez a la matatena
con las piezas de una gloria
que es arena movediza conjugada en tiempo futuro.

Bendita inocencia,
traslúcido crisol que regala una cara amorfa y buena:
por ti pude ver otro rostro ajeno a mi realidad.

Bendita inocencia...
tomada de la mano me tienes
y por eso,
voy que vuelo para santa
en tiempos de carestía de dientes de marfil
y agonías de princesas prístinas,
habitantes todas de cuentos medievales y algo decadentes.

No hay comentarios: