sábado, 3 de julio de 2010

Un rayo

Traigo un rayo enterrado en la espalda y es sólo mío.
No pretendo aniquilar justos
ni ajusticiarme a los pecadores.

El rayo es mío y me avanza,
me da más vida por cada minuto desangrado.

Click.

Un hijo de rayo artificial
toma mi foto de frente.

Nadie nota que me estoy yendo.

1 comentario:

Javier F. Noya dijo...

Fuerte, muy fuerte. Evoca referencias hasta macabras. Y bello por eso. Besos.