Traigo un rayo enterrado en la espalda y es sólo mío.
No pretendo aniquilar justos
ni ajusticiarme a los pecadores.
El rayo es mío y me avanza,
me da más vida por cada minuto desangrado.
Click.
Un hijo de rayo artificial
toma mi foto de frente.
Nadie nota que me estoy yendo.
sábado, 3 de julio de 2010
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1 comentario:
Fuerte, muy fuerte. Evoca referencias hasta macabras. Y bello por eso. Besos.
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