miércoles, 14 de julio de 2010

Atención:

Hoy no quiero ver a nadie y no es misantropía
resulta que los algos
los nosequés en este mundo
y los sabes
me traen algo cansada.

Pero pasen, esta es su casa.
No volveré enseguida,
más bien acordaré la retirada
con la musa que también duerme.

Las llaves para entrar están donde siempre:
colgadas en cada letra, en cada verso, en cada trazo de poema.
Palabra de mujer que nunca he ocultado
una sola arista entre mis complicaciones solitarias.

No regreso en un mes
no regreso en una semana.
Soy la reina que deshace el tiempo,
termita que la madera de los relojes acaba.

Vuelvo cuando el sol me queme la angustia
cuando el cartero pierda la moto
o cuando lo que me importa
entienda que me importa porque sí
y sin esperar realmente nada.

Vuelvo cuando me pegue la gana.

1 comentario:

Javier F. Noya dijo...

Me ha gustado este poema, tiene metáforas muy bonitas, creo que bien logradas. El final, el verso de hada del tiempo, de termita que carcome la madera de los relojes, y la construcción en general. Besos.