jueves, 8 de julio de 2010

La danza de tragafuegos

Lento
baja mi brazo por tu espalda,
mundo.

Una senectud de dioses ha sobrevenido a mi estera.

Es el día de comer cenizas de papel sagrado.

Es el día en que la danza de tragafuegos llorando en el crepúsculo
nos consuela.

2 comentarios:

Javier F. Noya dijo...

Será ese día de metáforas que trascienden el lugar común. Me gusta muchísimo tu poesía cuando ensaya ese aparente discurso críptico, que no es más que la búsqueda de la metáfora. Es evidente que estás siendo visitada por lo viejo y te estás despidiendo. Muy bello. Besos.

Marlén Curiel-Ferman dijo...

Gracias, Javier, por tus ojos.

Mar.