The Cure está en la pista.
Todo ese trozo azul,
el pan de cada día
llamado cielo
se me cuece entre los pies;
y sólamente logro verte
cuando cierro los ojos
e imagino
que estás bailando conmigo.
No lloro:
ya sabemos que lo mío
es ser muy macha.
Demasiado, quizá.
Tampoco desnudo mis pétalos:
Antes que viento,
soy flor de biznaga
y no crisantemo.
El amor nunca fue para mí
un motivo para comer fragilidad.
Y vaya que te amo,
niño de mis tristezas.
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