miércoles, 7 de noviembre de 2007

La Barquita

La Barca


Como en una barquita de madera roja y sin rumbo
así me siento a veces con tu encanto de pueriles muecas
desdenes de quien no conoce el estertor de su olvido
de su silencio
de la omisión que hace de mis dedos
mis ojos
mis pechos
mi tierra toda por dentro.

Como en una barquita de curvas pulidas y serenas
así me siento a veces con tus palabras muertas
sensuales, distantes, nocturnas
pero veraniegas
De esas que ensalzan mi nombre
y lo deja caer en plena luna llena.

Como en una barquita de soles en las esquinas
así me siento yo con tu mágica presencia:
no es que no flote en las aguas de mi cuerpo
sin la longitud de tus maderas bajo mi propio cielo...
simplemente me adentro un poco más
al corazón de la tierra misma hecha mar
cuando con tu piel de larga vida
me sumerjo y destruyo toda soledad.

Como en una barquita de mil luces te espero siempre
el olor a orquídea es lo único que te tengo
y a cambio quiero
tu eterno y mágico suspiro
de quien yo sé que es mi barca
y por mí ha vuelto a nadar
sobre las aguas de la vida eterna
como nunca pensó que le volvería a pasar.

Escrito el 23 de Julio de 2007

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