martes, 27 de mayo de 2014

Hoy aprendí de ti que

Amar no es sólo combatir
sino dejar en reposo al cuerpo y su latido
para que el viento macere al corazón
y lo vuelva transparente e invisible
un desdoblamiento de amor por las cuatro esquina
bailando ya, desde siempre,
con el universo. 

Si al poeta del siglo XX 
en franca lucha le tocó demostrar 
la ira y la furia con la que su alma se elevaba
yo mujer he de replegarme 
y en suave música transitar 
por la ascensión de mi espíritu al tocarte. 

Tengo hambre de amor y no de rabia.

Cierro mi boca y mis ojos.
Vuelve a bailar dentro de mí, primavera de Córdoba. 

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