miércoles, 21 de mayo de 2014

Ábrete, cielo, axila
gruta de donde mana la quintaesencia
háblame, golondrina,
razón de la virtud en mi seno
en este siglo.

Acógeme y luego cántame
las nanas que perdí desde muy niña;
acaríciame el pubis y luego adéntrate
méceme en tu centro de lumbre y miel
reinvéntame una y otra vez hasta alcanzar
la gracia plena de quienes usan la voz para el amor
y la palabra para su testimonio.

Ábreme a este miércoles, Amor mío
retírame el espanto.

No hay comentarios: