Tengo un eco clavado en la frente
uno sin sonido
una con un diamante a medio iluminar.
Submarinos tercos en viajar
a través de lo insondable de la palabra no
para encontrar el sí sereno
capaz de mover mis pesadas montañas.
No tiene nombre;
este eco está revestido de una esencia pura:
tu persona viajando años luz por el infinito
dejando una cauda que yo cubro de pétalos sin fin.
Mañana, al amanecer,
juro que estaré igual de sola que siempre
y tan llena de este amor extraño
que no podré describirlo si no es callándolo.
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1 comentario:
Como el eco de tus palabras que se quedan en mi mente Mar.
¿Cómo estás? me gustó mucho este escrito. ¿Sabes? yo sigo leyéndote aunqe a veces no me de tiempo de poner comentarios. También me gustó el cambio de look del blog. Se siente más cálido.
Te mando un gran abrazo, espero no me hayas olvidado aún.
Besos Morelenses.
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