La prevención del dolor
no es asunto de quien ama;
la herida, si ha de serlo
marcada la piel tendrá ya
(lotes epidérmicos en promesa de compraventa).
Nada se podrá hacer.
Es el daimón negro
lo que nos llamaría.
Duele más
la negación de la alternativa del futuro
la negación del beso profundo
el rechazo a todo intento de fugarse
conocer el lado blanco del daimón.
Nadie sentenció que fuéramos dioses terrestres
para pronosticar mal y perder frente al caos.
Nadie dijo que estuviéramos ausentes
de la posibilidad de disolver al caos.
Por amor al amor deberíamos reflexionarlo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario