viernes, 21 de mayo de 2010

Tonsuremos

Tonsuremos el pelaje de la noche,
otras cuestiones nos esperan por la mañana.

Los búhos abren sus ojos,
sí,
pero la dama nocturna
le acaricia con la palma suave y desnuda.

Quiébrense los cristales de la entrepierna de Celeste
yo quiero escribir nuestros nombres
en el suelo que es sueño y es pecado de espera infinita.

Tonsuremos el pelaje de la noche.
Otras cuestiones nos esperan por la mañana.

¿Por qué no hemos de asistir
al regreso prístino
que siempre está allí
y no es
porque nos envuelve el destino?

La ciudad nos aniquila con su feroz mordida.
(pero es que tú y yo estamos acostumbrados
a respirar el fragmento).

Yo sé que puedo vencerla porque has nacido.

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