Las frases cortas son el hit de nuestros días:
ahí cabe perfectamente la crueldad literaria
y nadie debe morir de amargura, porque se trata de jugar a ser Hércules, no bufón.
La vanidad ahora viene en un kit de 4x2 pulgadas
que no siempre se digna a salir de la cajita
pero exigirá un sentimiento empático y total, destinado a ser olvidado en un lapso de luz...
Se le olvida a mi poesía
que yo soy postmodernista y no debo buscar amor.
No debo dar amor,
no debo escribir la palabra amor
-tan universal, incomprendida y temida-.
Pero es que yo no escribo para ser amada ni feliz
sino porque yo no soy yo si no me lo escribo en la cara,
con todo el tiempo que me comparte la soledad de este mundo.
martes, 7 de septiembre de 2010
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