martes, 1 de junio de 2010

Forajida

Encubro mi debilidad
forajida de mi propio ánimo.

Vuelas hacia dentro
hacia dentro,
yo no lo grito porque es mío
el proceso de esclavitud
de mi ser a tu nombre.

Que me quede libre la dignidad
de soñar que soy de hierro
-aunque ambos sepamos lo contrario-.

Y en esta soledad marchita de junio
yo te pregunto
si las rosas también crecen los martes
-como hoy-
y es posible creer en la belleza de abril.

No hay comentarios: