miércoles, 30 de junio de 2010

Muerte saturnina

La lluvia al son de una falda ladeada
enganchada por los picos del viento
tejen para mis ojos una cama:

mi cuerpo de mujer guerrera va dejando
trocitos de talones y palabras dichas a diario;
ella, con su red de hilos de luna
me procura la salvación por un día,
me suspende en el éter de la solitaria noche.

Qué lindo es dormir entre tus brazos, niña,
pareciera que ya estabas esperando
mi tan cantada muerte saturnina.

Arrúllame en el espejo hermético
de los tiempos feligrises de mi pueblo,

Stand bye

Plétora de mí misma en otros tiempos:
supongo que hoy toca amanecer al recuerdo
y sentarse a desdoblarlo con paciencia geisha
hasta aniquilarlo, ahogarlo
en la negrura de los ojos de equis dios.

Mientras eso pasa
pongo en "stand bye" mi garganta:
hablen ustedes, dioses infinitos
del ego del saber y la pose del absurdo.

Agóntenme las palabras inexactas
antes de siquiera decírselas.

lunes, 28 de junio de 2010

El espejo de Moctezuma

Qué ganas de traicionar al entorno
pronunciar lo impronunciable
en lengua aria.

Ser de una egolatría feliz por un día.

Me gana el setenta por ciento
de la sangre que padece
la repetición del mismo filme
la refracción de la derrota
en el espejo de Moctezuma
a quinientos años de la ceguera.

domingo, 27 de junio de 2010

Zitarrosas y cantos de paz

Traía mi propio huracán incrustado en la panza
un cielo turbio en el cabello
la mirada de alien para acosar unicornios
y una horda que constriñe mi vuelo
vigila mis pasos
aturde mi futuro.

De pronto tus yemas abrieron la fuente
destilando zitarrosas y cantos de paz
que a veces no entiendo
pero siento y persigo.

Atrapé la leche y la miel de la madrugada:
ya puedo dormir en paz,
el tambor ahora está piano
y el huracán ahora es un bello mar
que abraza con sus faldas saladas y azules
las cuatro puntas del mundo.

Tú me has dado una cuna
para acomodar en paz
mis acumulados desvelos.

sábado, 26 de junio de 2010

Recado:

No pienses en mí,
oh establishment multicolor
con pantalla de plasma:
hay otras piernas
entre las que podrías dormirte,
otros brazos
en los que podrías apagar
tu fuego artificial de más de 500 canales,
otros senos para amamantar la inercia
de lo políticamente correcto,
otras caderas para balancear tus estados de cuenta
en los mercados que juegan con dinero imaginario.

Después de tanto tiempo de estar muertos

No hay peor muerte
que aquella resultante
de vivir otra vida y a oscuras.

Gracia iluminada, en tu morfología sin carne,
todos los desamparados de este mundo
miramos los mares plagados de hermosas estrellas.

Del mismo modo que encajas tu puñal
entre nuestras costillas
y haces nacer otro ser aparte
que vigila y reproduce nuestras tristezas.

No esperes ser atendida
recordada o entendida
con la profundidad de estos tiempos:

Si a los demás no les sabe tu mano
profusamente absortos en el pragmatismo diario;
si a ellos tu tacto es un momento para obviar,
no es culpa tuya:

Tanto mejor, danos más,
señora mía,
tanto como para creer
que volvimos a nacer
después de tanto tiempo de estar muertos.

Samba

Estoy deshojándome los ayeres
una trompeta de complejo urbano y gris viene a mí
para platicarme la hazaña.

Todo es tan ochenta y cinco.
Probablemente sea también ochenta y nueve.
Y otros veinte años más
de idénticas líneas:
sonreír temiendo que se quiebre el vaso
en el clímax de la alegría.

Una samba acompaña mi legión
somos varios, entre pensamientos abstractos
meriendas en soledad
noches cantando al muro.

Todo lo pequeño que guardé de niña
se hace grande para alusarme:
estoy en paz,
te has ido, golpe de corazón,
infinitamente invierno,
absurdamente azul.

Mi legión y yo nos vamos de gira por el blanco
tenemos reservaciones en cinco estrellas
y fecha abierta
para no girar las espaldas.

Pleamar

Una pleamar
infinita
avasallante
abrumadora
se pronostica a la salida de mis dedos al viento.

Hay un nido de avispas
cosechando sus muros en mi vientre.

Y un tambor desencajado
advierte
que la emoción se irá en fuga de meteorito
por mi boca:
esto es la línea de la muerte.

[Los símbolos de la ira,
la paz, la turbulencia feliz,
la fatuidad, el entrecejo sin diamante,
la ola sublime llegando
a los pies de mi tierra
regálanme un alud que me quema por dentro
y yo acierto al recordar
que río y lloro a la vez
porque esta es la enésima vida que me ocurre.

Se muere el miedo a la nada].

jueves, 24 de junio de 2010

Miniserie de t.v.

Que vuelen todas las mariposas de mi lado:
no más azul
ni días más largos del año.

Exilio y verdad
el cosmos me atrapa la intención
de ser una sonrisa rosa
en jueves de 2x1.

Cada flor, cada sueño,
es una miniserie de tv
un día cualquiera.

A la poesía

Amante mía,
o debí decir, ama mía: soy tu esclava:
más valdría morir ciega
antes que abrazarte queriendo a otra.

Puedo decirle a los demás
la importancia nula del escándalo en mi vida
la marginación cotidiana
de sus sopas y pláticas indiferentes:
cero frente a mil por tu coro en mi vientre
tus pestañas magentas
tus piernas largas
tu mano dulce.

Tu presencia invisible
ante los ojos enfermos
del pragmatismo del de enfrente
la vileza del caudillo
la burla del bufón usurpador del arte.

Dueña mía,
dejemos al mundo hacerse rojo sangre:

Es un hipócrita.
Merece este calvario.
Merece tanta luz de reflector
tantos amigos
tantos halagos.

Tú no te mereces
su rasguño de uña podrida.

Quizá tampoco mi beso.

sábado, 19 de junio de 2010

Esa palabra

Yo jamás he escuchado esa palabra
en mi cuerpo.

Jamás han discurrido mis faldas
objetado mis silencios
burlado mi placer de platicar directo con el sol.

Esa palabra no está en mi osario.

Todo cuanto he querido
ante mi deseo se ha anunciado
saciando hasta el último de mis caprichos castaños.

Yo jamás he escuchado esa palabra
en mi alma.

Jamás han puesto a prueba mis creencias
sustituido mis anhelos por falacias
suprimido el arte de volar lejos estando en tierra viva.

Esa palabra no está en mi rosario.

Todo cuanto he necesitado
ante mi estatus de purificación se ha anunciado
desatando los grilletes de las penas mortales.

Yo jamás he escuchado esa palabra
en mi corazón.

Jamás han desgarrado sus venas
sustituido su latir con bagatelas
reprimido el regalo de su luz.

Esa palabra no está en mi corsario.

Todo cuanto he necesitado
ante mi posición de amante universal se me ha dado
asumiéndome como la más feliz de las evas.

No, esa palabra no está en mi glosario.

Y porque nunca he experimentado
la asonancia de su nombre
te pido guardes silencio
mientras escarbas las razones
por las que niego tanto
y río a contraluz, agradeciendo
todo el dolor que me ha sido vedado
desde el momento que fue mío.

Ya no me duele el mundo

No.
Ya no me duele el mundo.
Es su falta de color lo que lastima la vista.
Vertamos un poquito de justicia
junto a un minuto de silencio asoleado
lleno de todo este amor que no se pudre más en mis entrañas
porque lo regalo a pesar de la equimosis que traigo en el alma.

Qué luchas

Qué luchas con este quinqué en la mano,
héroe, idealista, filósofo, poeta, inventor:

la humanidad ama el fango
nosotros nos perdemos en la fe:
lo mejor nunca viene,
lo mejor se imagina
se discute
se planea
se crea.

Nosotros creando mares en flor.

Pero hay un dios que lo ve todo
y hace soplidos tibetanos
mandando todo al carajo.

La reina impura

La cola aterciopelada embestida de rubíes y sangre
atraviesa el campo férreo
anuncia la llegada de la reina estival.

Es su cetro lo que a todos hipnotiza.

Vagante sepia incrustada en sus pupilas
su piel más blanca que la nada
acoge el final de los días entre sus altivas muecas.

El pálido tremor del mundo a sus pies de porcelana
postrado
encaramado
no redimido
sirve de sendero para que ella lo transite.

Todos sus súbditos saben el nombre
del lugar donde se encuentran.
Alaban a la reina impura
lamen sus ropas:
han caído al señuelo.

Bermejos días de junio:
en tus manos está lo arrebatado, oh, tú,
reina impostora,
traedora de presagios amargos.

Sólo tu antítesis
nos traerá de nuevo el canto de las flores de estío.

viernes, 18 de junio de 2010

Punto azul

Punto azul
el mundo llueve docenas de historias fritas.

Un allegro despojado de la esperanza corre
por un valle sin tiempo y plagado de flores como labios.
Se le salen los zapatos.
Luego, flota en el éter existente
entre la memoria y la desgana por la vida.

Se aleja el tiempo
se añeja el terciopelo rojo que me llamó
todas las tardes
las buenas intenciones
recostadas en la tauromaquia de aquel pecho.

Cantan laúdes a lo más vertiginoso
que aún pervive en mí:

Corre. Rápido.
Que la centrifugadora del universo dos te alcance
y le arroje nadas blancas
-como etéreas-
a los pies de tus cortinas de metal.

Una densa niebla de sol
envuelve mi alma:

No puedo
-le dije
en cinco idiomas
y a tres versos acompasados
con mi restringida respiración-.

No puedo.

La salvación la llevo tatuada
antes de todos los tiempos
en mi hoguera purpúrea
y en la preñada soledad
de cada vida que atestigua y se registra
en la línea tal de mi palma ambidiestra y disléxica.



sábado, 5 de junio de 2010

Ciudades de mar

Rompe el lienzo de tela podrida
extiende esta luz que sale de nuestras yemas.

Hoy los muros se disuelven
en esas calles anchas de arena
donde las playas de nuestros desiertos
nunca dejaron de esperar a nos...

[Blancas ciudades de mar
lumpen inscrito en las pupilas de la luna marina.
Inmensas ciudades de mar
archipiélago ceñido de flores volátiles
Puras ciudades de mar
antología de luces acuáticas].

Abrazo tiernamente tu voz
donde quiera que te encuentres
para no olvidarte nunca
para estar contigo cuando la materia me disuelva
para alimentarte de mi leche cuando tu beso me absuelva
del pecado pirata que robé para ser más humana y accesible.

Levanto un templo de anís y miel
para lavar la negrura que nos dejó el tiempo
tras las cenizas de los otros,
los inasibles insensibles de hoy.

Canto este mantra mío
marrakesh de mi vida tercera antes de Cristo:
fruto dulce
fuego bendito
cauda de papel para escribirnos la vida...

[Blancas ciudades de mar
lumpen inscrito en las pupilas de la luna marina.
Inmensas ciudades de mar
archipiélago ceñido de flores volátiles
Puras ciudades de mar
antología de luces acuáticas].

jueves, 3 de junio de 2010

Este era una vez

Este era una vez un sueño
que no pudo despertarse
porque estaba enjaulado en mis pestañas.

Lo engarcé para hacerlo mío
gritarlo con el silencio cansado
de mi solitaria garganta.

Así, cuando llueva la desesperanza
abriré el mágico alivio de su seno:
la lluvia infinita sideral agarrará mares magentas
el mundo se volverá libre y bondadoso.

Me dije.

Y el mundo en un sueño fue mío.

Este era una vez un sueño
que no pudieron robarse
porque era a prueba de balas y aguas lodosas.

Lo registré a mi nombre, lo tatué
con mi silencio y mis penas.
Flotando como regalo de estío
mueve mis caderas en flor
y no le da pena mostrarse altivo
ante mi pobreza vestida de soledad.

Así me llueva sobre mojado
este sueño será uno sólo y el mismo:
rematerializar lo que me puso en pie
y con un solo verbo,
sembrar la fe en las violetas amarillas
y en la existencia de los pájaros nacituros
voladores de la hora justa
en que emerge Horus para platicarme al oído.

Me dije.

Y el mundo en un sueño alguna vez fue mío.

Poema breve no. 20

Maldita inspiración:
te quedaste dormida
a mitad del coito de la noche electrizada
de soledades y poesía sin ley.

Soy tu cruz o tú pintas la mía.
Agárrame las piernas
o juro que salto del puente
de la cordura.

martes, 1 de junio de 2010

Forajida

Encubro mi debilidad
forajida de mi propio ánimo.

Vuelas hacia dentro
hacia dentro,
yo no lo grito porque es mío
el proceso de esclavitud
de mi ser a tu nombre.

Que me quede libre la dignidad
de soñar que soy de hierro
-aunque ambos sepamos lo contrario-.

Y en esta soledad marchita de junio
yo te pregunto
si las rosas también crecen los martes
-como hoy-
y es posible creer en la belleza de abril.

Vestidos

¿Qué será de mi nombre
ahora que quede ciega mi arena de ti?

Un suicidio total
antes del acto de la desencarnación.
La huída hacia la cueva
donde nadie sale vivo.

Si la compasión se remoja en tus olas
no sueltes mis vestidos.