domingo, 22 de junio de 2014

16 de junio

En la tibia y llana ola
viajaste por un sueño azul
Ibis de mis ojos
soneto de amor de un tiempo divino.

Deja que flote tu cuerpo
como una mañana flotó mi alma
hacia tu beso.
Deja que nazca tu canción
como una bandera y un himno
a prueba de soliloquios lejanos.

En el agua pura instalaste
el ritual eterno para mis manos:
quiero mis palmas bajo tu espalda
quiero darte mi mapa personal
hasta que me lleves a pasear
por tu nuevo mapa latiendo.

Mis palmas como un signo inequívoco
para este amor.
Así le atravieses fuego o llanto
inquietud por los ojos mundanos.

En la tibia y llana agua
te escribí mi juramento:
soy tu cuna y tu útero
tu orgasmo sin fin y Madre Selva
tu nota en el refri
tus zapatos sin consciencia
tu cuerpo protegido
una caricia por la suavidad de tus parques.


Para Ramón Córdoba, por cumplir años 
a través de los ojos de esta niña anciana
con manos de inspiración ardiente. 

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