martes, 25 de marzo de 2014

II

No sé mucho de la vida en la tierra
Amor
pero sé sobre la ausencia 
y su viacrucis. 

Y te digo que es hermosa y es amarga
y es tan perfectamente dual
que en ella caben los demonios y dios
y no por eso es mala ni tampoco buena.

Es. 
Duele. 
Alimenta.
Fabrica amores galácticos.
Siembra dudas y resquemores contra lo inasible. 

No sé adónde vamos al partir
pero imagino que a un libro 
perfumado por lo realmente religioso.
Somos las estampas de lo enteramente divino
y quizá nos hemos leído ya
y ahí estemos todos
al mismo tiempo
y sin saber que hemos soñado lo nuestro:

como un signo de Salomón
hemos nacido para engendrar la vida
sea música, sea letra, sea hijo, sea idea.
Como un signo de Amor nos encontramos
y luego nos volvemos yo tú
tú él
el mundo nuestra carne

y entonces
el Gran Latido.

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