martes, 11 de marzo de 2014

Carta

Como un soplo de abril
has llegado
rotundo
moreno
carne tibia a la hora de la leche tierna. 

Te vi morar en mi alma
y también surcar mi tierra. 

También te oí llegar
a tiempo para el Nirvana. 

He visto el todo en tus ojos
el mundo es una moneda oxidada
sin la premisa de tu latido. 

No sé si trigo o miel 
o sal o azúcar
o enredadera o jacaranda 
o simplemente saliva y carcajada. 

Hablo de ti como si fueras un núcleo
pero también el círculo 
su mandala hermoso flotando
pero también un rastro de tu cuerpo bailando
suave y fieramente 
como debe ser el hombre que amo

Y por eso soy tuya. 

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