sábado, 24 de septiembre de 2011

Reloj de arena

Con un reflejo azul
brilló la tarde.
Esperanza del ayer,
orfebre, mi bello púbico
acaba de crear un nuevo término
para dialogar con la fantasía
engendrada
en la raíz de mi carne.

Yo sabía que al final estaría hablándole
al reflejo de mi corporal agua.
Yo sé que al final
nada más yo entiendo
el significado de subirse a un asteroide
y encenderse con él en un grito.

Sólamente yo sé
lo que mi boca no dijo
cuando brincó el núcleo carmesí
acompasando la arena de mi reloj.

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