domingo, 11 de septiembre de 2011

Muslos

Abriré los muslos a la noche
le sacaré brillo al engrane que le da cuerda
al corazón del desierto.
Y será sólo mío,
y lo gancharé de sus puntas hasta cambiarle el carmín
por otro nuevo.
Abriré los muslos
[como fauces a la espera
de un cuarto color en los semáforos]
a la noche.
Nadie me responderá
ni me verá caer al tratar de perseguir
eso llamado infamia, infancia, luz solar en pedacitos,
llamada que no suena y qué importa
porque la voz está en otro adentro.
Abriré los muslos a la noche
para ver si las epístolas griegas me absuelven
de creerme ciudad
a pesar de los huecos tuertos de la madrugada.

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