Como la tinta fuente que se derrama
sobre la niebla prematura
que envuelve las palmas
así un estallido tiñó de carmín el aire
convertido en la pólvora que te abrazaba.
Un par de ojos te vieron
al momento de nacer y en el de tu muerte
ella sabe que morir es evidente
cuando lo hace dios porque así lo quiere.
Pero no cuando alguien más
juega a serlo
no cuando el respeto al orden divino
se pierde.
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