jueves, 4 de diciembre de 2014

Primer poema de una libreta enamorada

Tengo los zapatos clareados
de un amor que amanece, enredado
bajo las sábanas y dentro de la vulva
que apetece cantarte una canción de Mar
a la una de la tarde
cuando el erizo se vuelve costilla
y camina entre la gente y los libros
los mares de letras tintineado
silbidos de hombres y mujeres que amaron

pero no tanto como tú y yo
porque esto es masa de Dios
hecha carne.

Tengo la libreta en blanco
los ojos en s eblanco
la piel en blanco
la mente en blanco

tu mirada y tu fuerza me anulan el mundo gris
la materia gris
la inseguridad tan gris
la vida antes gris

Entonces, la lluvia roja de poesía
que es tu sangre haciendo enhiesta tu verga
mi sangre que reactiva la vida
apenas la besas

entonces soy tu rosa roja
y tú mi torito bien parado

Y vuelvo a tener los zapatos y el concepto
muy claros:

esto es el amor, Amor
lo imaginé más pequeño
cuando resulta que es partir de un alfiler
llamado espermatozoide
y parar en un sol llamado hambre de naranja femenina
fémur o femoral de amor embravecido
media luna esperando tu vía láctea
luna llena reflejada en mi sonrisa.

El amor llega cuando uno no lo pide
descansa su sed en los amantes
revira entre las almas destinadas a verlo nacer
crecer y crecer y crecer
sin darles tiempo ni tregua para la muerte.

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