Cauda de luz,
permanencia instantánea
del todo y la nada
en mi reducido cerebro:
Apelo a tu fulgor
para alumbrar la noche.
No ha de ser más triste que las previas.
Todas son una misma.
Gran Fuente de Luz,
aplícame la llama de tu palabra
y seré ojos que duerman
al abandono
y pies múltiples que bailen
la música que sigilosamente guardas
en Tu silencio.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario