viernes, 27 de junio de 2008

Entrega

Entre luces y sudor me desenvuelvo
cigarros y alcohol hacen más pasajero el momento
en que de besos ajenos me cubro el cuerpo
porque carne soy y sobrevivir debo.


Tanto tiempo hace ya de la primera vez
que los motivos y las razones ya no tienen validez
libertinaje, ausencia de prejuicios
tantos nombres que le ponen al acto de ofrecer
cuerpo y besos sin amor entre los recovecos de los viejos edificios.


Y tú ahora estás a mi lado
tu primera vez te mantiene alerta y azorado:
crees que de amor no se nada
que lo único que sé es de una vida alocada.


Yo también amé alguna vez
pero el amor se hizo trizas cuando de dos se descubrieron tres
y en el mundo real tuve que sobrevivir
y eso es lo que hago, por eso aquí me ves.


Así que no tengas miedo
experiencia suficiente tengo
ya varios han aprendido
lo que en sus casas está prohibido.


No importa que no pronuncies mi nombre
da igual, si el verdadero sólo lo ha pronunciado un hombre;
tampoco importa que no quieras besar mis labios
aprender a amar sin amar es un consejo sabio.


Sólo cierra los ojos y piensa
que no soy lo que ves, que es una princesa
que te mostrará las virtudes de las tierras lejanas
propiedad de las cortesanas.


Unas monedas te costará
entrar al mundo del placer fugaz.

A mí una vida me costará
sacudirme el pasado que regresa a mis días
convirtiéndome en su presa y de asir la libertad no ser capaz.

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