Una luz sale volando desde tu pecho
luciérnaga que ilumina mis días de abril
al filo de la muerte de Amarilis
casi-casi para renovarse en Estívalis…
Son las horas muertas de un día venturoso
las que se lanzan al vacío
y regresan convertidas en mariposa.
Así son tus pensamientos
así es tu tiempo;
son cosas que yo no entiendo
porque Cronos siempre me coloca mucho después
de todos los magnos eventos
incluidos el día que naciste
incluidos el primer día de tu florecer.
Y como me sobra el tiempo
iré al fondo del mar
a recuperar mi anillo que me dio Saturno
libraré la batalla contra las medusas
las sirenas de tu otrora espacio
y los dragones de mi ayer
Hasta dar con los sueños de Neptuno
vivir en ellos uno a uno
escribirlos en mi librito
para regalártelos después.
Tal vez él me enseñe
a volar sin alas
a nadar respirando agua
y a conocerte otra vez
(como los déjà vus que todos ansiamos vivir
pero que solo unos cuantos
tenemos la oportunidad de asir bien).
Y mientras yo nado
tú duerme, despierto y con sueño
da igual si lo haces parado o en el lecho:
todo tu entorno
todas tus entelequias
tus galimatías, tus recovecos y tu experiencia
han sido muchos sueños entretejidos
por una mente sin tiempo ni espacio.
Ese yo eterno que vive en ti ahora y por siempre:
lo más inasible de tu cuerpo
lo más atrayente de tu silueta
lo más poderoso de tu ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario