martes, 22 de febrero de 2011

Extrañamiento

Extraño los libros manchados
y sus caracteres peleando al tiempo.
Las voces impresas de otros dedos,
platicando con el resto de la barajita
de cierto carmín en el aire
de regresar a estas fechas imposible.

Tanto,

Como la b del subjeto
confundido entre el substituto y el substantivo;
o el sublime estadío
del aroma de lo inamovible
casi eterno
hablándome de una serie de actos desangelados
[adultez ineludible]
que se suceden,
uno
a
uno

en la esfera del adivino indiscreto:

Todos los caminos eran posibles.
Todos compartían casa con el sueño.

[Ninguno era el cierto.

Pero esa puertita
tan modesta y sin apelativo...]

Todos han de ser revelados únicamente
para colapso de la infancia.

Extraño los libros manchados
y sus caracteres peleando al tiempo.

1 comentario:

Javier F. Noya dijo...

Bellísimo poema, me ha gustado mucho esa rítmica que evoca cierta frescura mediterránea a lo García Lorca, en especial al final. Y el juego de aquellas palabras antiguas (coincido en que es fascinante ver cómo se escribía el castellano hace 70,100 o más años) que son la infancia y el primer contacto con la fantasía. Besos.