La maravilla de lo fantástico
es amanecer un día igual de frío
que antier
Y ver los retazos de un mundo occidental,
rompiendo las mismas filas para luego rehacerlas.
Intentando creer que moverá montañas
con su consumista filosofía wash and wear:
El desmadre quién lo pagará
-saldo rojo-.
Miles de niños siguen hambrientos
-saldo de tez café-.
Tantos jóvenes perdiendo la fe
-saldo incoloro de 2 gigabytes-.
Tantas vidas que se mueren sin oxígeno real
-saldo del hastío en blanco, hola 2011-.
Feliz año nuevo, me dice la tele,
la chica de los cercanos cuarenta ataviada
de un rojo que cansa la vista.
Yo apago todo indicio de nuevas dimensiones.
Aletea mi voz otra vez
como la mariposa que desea huir
a cualquier punto de la galaxia
que no sea éste.
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