miércoles, 16 de abril de 2008

Entendiendo

Surcando mis manos
recorriendo tus senderos
en tu frente me hallo
y sola me despierto.
Sueño entre tus células
y en tu corazón me extiendo
como agua te introduces
y yo poco a poco me pierdo.

Ayer entendí que no hubo tiempo
hoy recordé que era ayer nuestro momento.
En tu cielo me reflejo, aunque tú no lo sepas.
En tu boca me duermo, aunque tú no me bebas.

¡Cuántas veces dejamos volar
al ave del ensueño entre el fango!
¡Cuántas veces hubimos intentar
fusionar nuestros hierros bajo el mismo Sol!

Ahora sólo sé que te ama mi cuerpo
que contigo se paró el tiempo
que ya no espero nada del futuro,
ni del presente
y mucho menos del ayer.

Que tu entropía me devuelva
las ganas de remojar
tu cielo en mi falda
tu ansia en mi vientre
tu añoranza en mi andar.

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