miércoles, 16 de abril de 2008

De nombres, frases y confesiones

Hay nombres que en sepultada fuerza
a la nada entregan su sonido
y hay otros de cristalinas rocas
que resuenan en el eco de los vientos
que evocan los mitos idílicos
y que envuelven entre el sueño y lo cierto
la piel del mar que se abalanza
(como el péndulo de un corazón vivo).

El tuyo es uno de esos nombres:
cuarzo poderoso
(virtud del tiempo detrás de los lentes)
Y no necesito decirlo
porque su eco retumba en mi mente
(porque está en el aire, en el agua y en tu frente).


Hay frases inciertas que cortan la espesura con su melancolía
y entre mesas y paredes
lo único que heredan
es el sabor de lo que no sabe a nada...
Y hay otras igual de ambiguas
(inconexas)
que tienen el valor de decir lo que unos labios no harían
(pero los delatan y a confesarse les obligan):
no importa bajo qué disfraz crónico a tu amor guardes,
tú sólo quiéreme igual que siempre.

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