lunes, 19 de agosto de 2013

I

Dime tú, inmarcesible caricia alabastrina
el eco de mi abuela
en la ojera que avanza
inalienable
al oleaje de una falda milenaria:

Dime por qué cuesta tanto amar
y por qué  entre más duele
más amor somos capaces de contener.

Dime tú, que todo lo has sentido
y hasta la espina cactácea hiciste tu amiga,
dime, caricia alabastrina
por qué no lloro más sabiendo que amo
y por qué no espero nada
salvo morir amando. 

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