por lo que haces.
Nunca nadie dijo que la historia
fuese la mejor juez de nuestras vidas.
Probablemente jamás verás la justicia.
Es posible que sigas en la esquina del olvido.
Y precisamente por eso brillas.
Bienaventurados los perseverantes en el latido
porque la lucha por el paraíso en tierra
es su meta final
y lo callan.