martes, 22 de enero de 2013

Multitudes

Rostros multe
bajo su lengua
subyacen los cuerpos del desierto.

Oro por el oro de su alimento
oro por la triste charla de sus huesos
oro por la encomiable virtud de permanecer
a pesar del espejo urbano.

Sabré tejerlos si me dan de beber
el pan de su alma.
Sabré tender una raíz y un puente
si me dejo llevar por su flama.

No sé si el viento es canjeable
o tierno
pero habrá que amarlo
porque viento está.

1 comentario:

Anónimo dijo...

quisiera que alguien me regresara el tiempo que perdí leyendo tu literatura de cuarta. afortunadamente no viene nadie para ver cómo te averguenzas a ti misma... yo q tú me daba un tiro, amiga. En serio.