domingo, 30 de diciembre de 2012

Bienvenida

Tengo treinta
hilaré un sueño para mi bebé
escondido entre las montañas azules
compraré varios dátiles
para mi amante amado
que me llama en sueños
brincaré una cuerda hecha con mis cabellos
la inocencia de esperar
y mejor escribiré la uña
el ojo, el labial
los leggins
esta libertad, la sinfonía
de vivir para contarlo.

Memoras 3:30

Cierro los ojos
mamá columpiándome
acariciando mi fleco
en la dulzura del álamo
a eso de las seis treinta
un domingo.

Primer recuerdo falso de la noche
mamá sacrificó a la niña
para que el padre la columpiara.

In versum site
Papá alguna vez me columpió
pero mi fleco era impecable.

30 de diciembre, 3:30

Te miro. Cierro los ojos
bajo mis párpados,
el zorzal que vuela por mi cadera
la raíz del eco
la dulzura del dátil
otro invierno azul
tallado a imagen del amante viento.

Afuera las cosas siguen
girando, tierra
atrayendo, luna
llamando, mar.

Mis ojos recién se cubrieron
con la gasa
de esta década de mujeres tristes/
generaciones infecundas
me abrazan con su cariño:

un disco sin bocina
una blusa a rayas fiuchas
en la cocina.

Yo sé que sigo siendo
demasiado amor
demasiada inmadurez
demasiada alegría en la piel
para triunfar la acedia;

es sólo que la melancolía
de las caderas
y las penas anchas
no dejan de conmoverme.

Abro los ojos. Estás ahí, sensual como la ola
bailando el rock de nuestros padres.
Encajo las uñas en mis palmas
pido un deseo a los ángeles
entre el tabaco sabatino:
que seas tú y sólo tú
el que me indique cómo hacerle el amor
al amor
el que silencie mi herida con silencio de amor
el que barra mi casa con su cabello amoroso.

Ojos, ojos. Los tuyos siempre.

Return of Saturn

Si regresas
(ojalá que vuelvas)
hazlo con un poema bajo el brazo
Tigre
uno que hable de tu amor
por mi pelo
mis uñas
mis ojos
mis senos
las piernas que te he de abrir
una vez más
igual que el corazón

Uno, aunque sea de Carlos Pellicer.



Para E. S.
Esperándolo.

sábado, 29 de diciembre de 2012

A un cowboy II

Tengo tu aroma
-lavanda de hombre de cuarenta
con alma de niño-
para dárselo a mi tristeza.

Algodones para las heridas
de mis veintes
un pase exclusivo
para que vivas conmigo
estos recién llegados treintas,

Un mal genio
que se destruye con tu risa
curvas para una noche tibia,

Vaquero
Cowboy de la Luna.

Si tan solo aceptaras
lo que hay de mí
a estas alturas.

A un cowboy

Tu piel olía esta mañana
bonito
cowboy
lavanda y agua
el mismo hervor en la sangre
la misma lava para limpiarte
la tristeza
un rosario que ambos no sabemos rezar
para purificar mi corazón
y darte una casa a tu nombre
vaquero
digno hijo de Horus.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Oda a los treinta

Treinta son demasiado amor
demasiado rencor
demasiada esperanza en el otro.

Treinta son demasiados recuerdos elaborados
varios columpios
hablando de la tristeza que presentía.
Treinta son demasiadas caricias
demasiadas mentiras
demasiado cansancio
demasiadas vidas en una misma jarra de agua
demasiada agua brotando
desde donde no pudo brotar la vida
demasiadas pláticas
demasiadas casas, personas
demasiadas páginas subidas a mi caravana.

Yo no perdono al tiempo
pero él insiste en que deje de odiarlo.

Me ha dado una piel ajena a los años
yo sólo quería hombre, casa, dos hijos
tres o cuatro bailes, canciones para la tarde
leche tibia para dormir a mis vástagos
azucenas para cuando él regresara muy cansado.

Yo no perdono al destino
pero él insiste en que deje de manipularlo.

Me ha dado estrellas para mi camino.
Yo nada más quería tres libros
una casa grande en la playa
sus ojos ígneos
tres toneladas de papel, una mesa
y las plumas que mi Tigre le robara
al atardecer.

Yo no perdono al amor
pero él insiste en que me vuelva universal.

Me ha dado un corazón a prueba de abandono.
Yo sólamente quería
tres canciones de cuna
una madre inocente
un padre vivo
una hermana libre
un hermano músico
un hombre enamorado de mi cabello
y una manzana feliz
para compartir al indigente.

Treinta son demasiado amor.
Comenzaré de atrás para adelante
hasta quedar de nuevo vacía.

Santamaría del Olvido

Grito
grito
llanto
estornudo
envejecida ando
entre los libros
y tu cara
sin caricias
este cabello anidándose
en mi pluma
alguien ha dicho o visto
el brillo de tu guante ígneo
alguien me ha contado
que es breve tu ausencia
aunque yo me tema
que nunca el retorno
alguien me ha exhortado que rece
a SantaMaría de las olvidadas
prefiero leer a Sor Juana,
Virginia o Schopenhauer,
alguien me inunda con sus ojos tristes
y yo en verdad
quisiera quemarlos
en estos días
no tengo pomadas para la cura.
Alguien me dijo mentiras
haciéndose pasar por sabio
yo me compré un seguro contra espinas
y de cualquier modo
evito los espejos.
Canto
canto
hay alguien más aparte de la oficina
¿?
Alguien me dijo que brillaría
pero es que olvidó contarme
de una caja de zapatos...

Regalo de cumpleaños

Amor
olvidé decirme
que no dibujaras
tu plan macabro en mi vagina.

Amor
sé que me olvidarás
cinco meses después
del destierro del paraíso.

Amor
sé que me usarás en tu contra
para justificarte
frente al espejo

y también me olvidarás
porque llegué a tu casa
en calidad de prenda
(una pantaleta, el brasier perdido
la pulsera que adrede olvidé
bajo tu cama blanca).

Lo sé todo porque he sido tu madre
y tu muñeca
tu prolongación y tu alacena
el mito y el ave
el canto sin testamento
ni testosterona.

Amor,
cuando cumpla mis treinta
no preguntes si te he amado
porque dos días antes
estaré estornudando el adiós
que un buen día
dejaste, desde primavera,
cantando nieve en el congelador.

Letra posible para un tango

Música para la amnesia inducida.
Aún tengo cristales
sueños
zapatos sin la tapa izquierda
llanto para una pintura
postales de mi pelo rojo
la sonrisa de mi otra lengua
(extraño París desde que aprendí
a hablar de mi patria)
dos calendarios sin sincronía
tatuados en mis nalgas
y tres o cuatro terrones
para cuando arrecie la ceguera.


domingo, 23 de diciembre de 2012

Hombre binario

A esta hora de entender el mediodía
pienso en hombres de ciencia
hackers y mataditos
capaces de buscar en google
a través de fórmulas heresiarcas,
parajes de otra lengua,
-la líquida,
qué significa el que ella les haya sonreído
cuando ella no dio sino una señal
de misericordia.

Al espacio

Querido espacio,
tengo la bala cubierta de carmesí
temerosa de ti
incendiando el trayecto.

Nada nos une a mi palabra pretérita
ni resquemor ni fortuna
ni melancolía ni esperanza.

Nada, excepto la limosna de creer
que hemos sido música
a pesar del viento.

Nostalgia 23 30

Dentro de mí,
estas puntas de la raíz
uniéndose hasta formar el eco

dentro de mí
el paso abierto del perfume,
acaso ya soy este sándalo mudo
esta mirada, una seña de aire.

La esquirla con la que bendigo la ausencia.

Dentro de mí,
la llama triple, un beso innombrado
aquella luz por el espejo del auto
tallando a imagen y semejanza
el domingo

dentro de mí
la parábola del escarabajo
tres vidas, un océano a punto de espejo,
el hermoso silencio.


domingo, 16 de diciembre de 2012

A una cajera

Señorita, permítame hablarle
sobre la inquietud
de los últimos cinco días
en este mundo,

cómo las agujas se revuelven
y nombran por los apellidos maternos
a las mujeres tristes
como usted o como yo
nueve veces
hasta no quedar
rastro de hombre alguno.

Luego, con las cenizas de hombre
pintamos nuestros cabellos,
los mezclamos con ruido
y llanto
y los damos a beber
a ese otro mundo
que está más o menos ahí

donde su dedo señala
mientras envuelve con mudez y cansancio
mi vestido.

Sueño

Eran mis manos niñas
apagando las brasas
de mi carne adulta.

Un arrullo, un solo
un jilguero en tránsito.

Madre, en sus rayas ígneas
he perdido el canto.

A minutos del sol (2)

Es de mañana

Otro cardo en el canto
para aliviar la ausencia.
 

Duraznos luz

Cuatro días
para besar
el incendio.

Padre, en sus ocho ojos
me he perdido.
Llego a los treinta duraznos luz
sin fuego
para merecer el fuego.

Madre, en sus cuatro cantos
perdí el mío.
Mi fruto se ha ido
entre los pliegues
del tiempo.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Perfume

Otra vez llega a mí
tu aroma de hombre,
tu corazón de terciopelo
amasando
esta existencia mía
esta piel.

Otra vez tu barba
raspando mi memoria
el fuego desesperado
tu imagen auditiva
volando entre mis pechos.

martes, 11 de diciembre de 2012

Barca

Tu barca azul perdida en mi playa
así te recuerdo
inmenso, rubio,
sol de la primavera de mis veintinueve.

Ahora sólo quedan los mensajes
y tu campo dorado
mi filme de amor italiano
poblando unas cejas ralas
al final de mis días.


domingo, 9 de diciembre de 2012

Inagotable

Cristales, no segundos.
Hoy tengo una eternidad
de otras tres décadas.

No regresará tu cuerpo.
Tengo al viento para dormir al silencio.

Tengo lluvia para mojar
la carta a tus rayas ígneas.

Muerto de mí,
al intentar matarte
conseguí extinguirme en la vida prometida
a tu soledad
extinta ahora también.


sábado, 8 de diciembre de 2012

A un cowboy

Evité el beso aquel
para esperarte, ángel.

Quiero creer que

Vendrás aquí con flores
como imaginé siempre
que llegarías
aunque no supiera tu nombre
y ahora lo repita
como pan para mi fuego
o un columpio donde asentar la inocencia
en la segunda vuelta.

Abrir la boca

Naranja
un diálogo milenario
detrás de los ojos.
Los ángeles sirven jaiboles
entre azucenas y pláticas
de leopardos cansados que dejan su cuero
en la pared.
No importa más el dolor
no importa más la angustia
descansa
descansa
descansa
Hay un grito apagando otro grito
una canción entre las venas
recordando, pulsando
que la luz es luz
aunque no se le dé nombre.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

México 2012

Ésta es una canción de cuna
para mis hijos dormidos
bajo la tierra
en el aire sangrando
la bomba arrojada al Mar
dejando árido mi vientre.

Amo los frutos que perdí
y he escrito dos mil veces,
amo el éxodo y la fuga
la ira presente dispersa
en el grito y la piedad falsos.

No tienes nada qué mentirme,
madre,
ya no tienes por qué disculparte más,
padre,
ya no tengo más losientos
para tu vida inexistente o en vías de extinción,
amado hijo.

Sola soy yo, la tierra,
la violenta arma lunar
la silente tejedora de muertes falsas
en lo que llegaba el fin.

Nada hay qué hablar
acaso cantar


Ésta es una canción de cuna
para mis hijos dormidos
bajo la tierra
en el aire sangrando
la bomba arrojada al Mar.



Siempre dije

que los celos
eran el último capítulo de la mujer
y al parecer estoy escribiendo el mío

Hombre melodía
le tengo celos hasta a mi madre noche
cuando sales regreso a tu pequeña Ítaca
pues te lleva sin mí
que soy tu matria y apellido.
Celo a las plantas que contigo ríen
a los cielos azules que se incrustan
en tu sosiego.
A las historias que viviré dentro de ti
porque me quitan el hambre
de las presentes donde no me alumbras.

Estoy muriendo mi armadura
con el susurro de tu cuerpo
y no sabes cuánto te lo agradezco.

Acción de gracias

Gracias por permitirme volver a sentir
la electricidad debajo de la lengua
en el ombligo
a la hora de despertar mi sexo
estando aún dormida
creyendo en el futuro milagro.

Vuélveme más vulnerable
así, corpiño y cinto de las ideas abajo
la montaña de tu cuerpo-corazón
subiendo otro poco a diario
tu mano sagrada limpiándome
hasta ser merecedora de tu abrigo
tu hambre tu nombre tu espacio
tu alma blanca.

He salido de mi tumba para mojarte los labios
y no sé bien si a la derecha o hacia el frente
o si simplemente el silencio.

Sólo sé que es amor
y por eso se quiebra mi espada.


Para  el hombre melodía

martes, 4 de diciembre de 2012

Bello

Te miro y en verdad
eres bello.
Bello por puro
mío en mis sueños,
cuando suenan las notas
de tu universo.
Se acaba la necesidad del poema.
Poesía eres tú
al salir tu rostro
rumbo a mi vientre que es tu calle
a tu rostro que es la tarde
abrigando mi corazón.


Por la gracia y el deseo 
de todos los días recibir tu música

sábado, 1 de diciembre de 2012

Fotografía

En el suelo, la hoja
tres, ocho,
el dorado poema
escrito mil veces por el viento
la duda
de si el silencio o la flama
la estalagmita o la palabra.
Tu mansa mano
girando el sentido del mundo.

Pasos para una mujer de casi treinta

Silencio
que las hojas no te oigan
la alfombra de versos
no alberguen tu cuerpo desnudo
que esta piel palpitando
no hable por ti.

Acaso baila al compás de sus canciones
muévete lentamente
cuando su magia errante

ya sabes lo que ocurre

si la boca
si los ojos
si los muslos
si el corazón
protagonizan tu existencia.

Y ven y escribe aquí, mujer
que otra vez
(o quizá deberías decir
por primera vez tras el naufragio)
estás totalmente enamorada